Hace unos días una gran amiga nos invitó para celebrar su cumpleaños en La Parra, un clásico imprescindible, Hacía mucho que no iba; de hecho, no había escrito todavía sobre este restaurante en el blog. La Parra abrió en Madrid en 1983, pero su historia se remonta a la II Guerra Mundial cuando el actor británico Brian Walmsley conoció en Sevilla a Teresa Pérez de Guzmán. Se enamoraron, se casaron y decidieron montar un restaurante en un pueblo de Málaga donde vivián frente al mar en una casa con una gran parra. A esta se debe el nombre del restaurante, La Parra. De ahí se fueron a vivir a Londres donde también abrieron La Parra y, probablemente debido al éxito artístico como actor de Brian, la Parra convirtió en el restaurante de moda entre las celebrities. Después se trasladaron a Sevilla y abrieron el tercer restaurante que cerró hace poco más de 10 años. Una de las hijas del matrimonio fue quien abrió La Parra en Madrid.

Decoración
Unos de sus atractivos del restaurante La Parra es la decoración elegante y cuidada. Los orígenes andaluces y británicos de sus fundadores se notan porque en la Parra se mezcla el encanto de las taberna andaluzas, aquí las paredes tienen azulejos de estilo mozárabe, y el romanticismo de un club inglés del XIX. A mediodía es bonito e ideal para comidas de negocios, pero por la noche resulta mucho más atractivo con sus pequeñas lámparas de luces tenues. Es muy agradable para cenas de amigos o en pareja.

Cocina
La cocina es de producto con una gran influencia de la cocina andaluza, pero también con muchas recetas internacionales. La carta cambia dos veces al año, pero mantiene sus platos más icónicos. Nosotros tomamos como entrantes uno de estos platos de siempre, la taramasalata que a mi me encanta y que en La Parra elaboran con emulsión de huevas de Maruca en pan de cristal.

También compartimos los langostinos y espárragos crujientes con albahaca y alioli de lima.

De segundo cada una pedimos un plato, aunque tres coincidimos en el pollito Marrakech, otro de los platos icónicos de La Parra, servido con arroz, pasas y frutos secos. Yo estuve dudando entre este el rosbif, pero acabé tomando el pollito que estaba muy rico.

Otra de mis amigas pidió lubina salvaje con judías verdes y patata nueva salteadas, y la cumpleañera tomó magret de pato con patatas à la crème. De postre, hojaldre fino de crema de queso y coulis de frutos rojos.

La Parra, un clásico imprescindible
- Cierra los domingos
- Cocina 8
- Servicio 8
- Decoración 8
- Admiten perros
C/ Montesquinza, 34 Teléfono 91 319 54 98 Mapa de situación.

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