HA CERRADO Hacía tiempo que no iba a cenar a Dassa Bassa y por eso no había hablado todavía de este restaurante. No me gusta escribir sobre sitios donde no he estado recientemente, porque un cambio en la cocina, incluso en un par de camareros, modifica por completo que un sitio sea o no recomendable.
El viernes fui a Dassa Bassa con motivo de la Restaurant Week y tengo que decir que, hasta ahora, es la vez que mejor tratada me he sentido en un restaurante con motivo de esta semana especial. En otros restaurantes tuve la sensación de que “te daban de comer” rápido y nada más. Excepto en uno de los casos, conocía todos los restaurante con anterioridad y, al ir con motivo de la Restaurant Week, parecía que estaba en un sitio diferente. Ni la calidad de la comida ni la atención tenían nada que ver con la habitual. Sin embargo, en Dassa Bassa cenamos fenomenal. Aunque nos tocó una camarera que se notaba que era nueva, fue muy amable, y la comida estaba estupenda. El pudin de cabracho estaba muy bien hecho, la carrillera estupenda y la copa de tiramisú, aunque es un postre que nunca pido, me pareció que estaba bien.
Aunque es un restaurante totalmente recomendable para ir a cenar con pareja, me parece especialmente indicado para organizar almuerzos de trabajo. Está fenomenal por las pocas mesas que tiene en cada uno de los comedores y la gran distancia que hay entre las mismas. Me gusta mucho la decoración con las paredes de ladrillo visto y todo blanco.
La carta de este restaurante es muy corta y cambia habitualmente. Ofrece además tres menús: el ejecutivo y dos de degustación, uno corto y otro más largo.
Precio medio: unos 70 euros
– Lo mejor: El ambiente acogedor del restaurante
– Lo peor: una pequeña cuesta para llegar al baño, crea mucha inseguridad con tacones altos
C/ Villalar, 7. Teléfono 915 76 73 97 Mapa de situación
Trackbacks/Pingbacks