Cada día me divierte más salir los sábados por la mañana, sin rumbo fijo, a descubrir tiendas, cafés o sitios para tomar algo.  Aunque en Madrid hay muchas zonas que ofrecen esta posibilidad, una de mis preferidas es Chueca. Como ya conté en otro post, siempre encuentro algo nuevo y diferente en alguna tienda de la zona. No sólo de ropa y complementos, también cosas curiosas, objetos de decoración, libros y claro,  algún bar que otro en el que ir haciendo descansos.

Este sábado estuve bastante tiempo dando vueltas por este barrio. Iba con unas amigas a las que les gusta también hacer este plan y decidimos quedarnos a comer de picoteo por la zona. Primero tomamos una cañita en la Taberna de Ángel Sierra (calle Gravina 11), un clásico de la zona donde lo más típico es tomar un vermut. Para picar algo, nuestra primera parada fue el Cisne Azul (calle Gravina, 19). La especialidad de este restaurante son las setas así que es obligatorio probarlas. Muchas veces, cuando voy, comemos  las que ellos mismos me recomiendan. Tomamos  unas cañas con un revuelto de setas  y unos garbanzos, que nos ofrecieron como tapa de la casa y que nos parecieron espectaculares. La cuenta fue unos siete euros por persona.  A continuación fuimos a tomar unos pinchos a El Cano (calle Conde de Xiquena, 10. Hay otro en la calle Lagasca, 7). Para mí, lo  mejor con diferencia es la mini hamburguesa de buey. Tomamos dos o tres pinchos por persona y una caña. En total fueron unos 10 euros cada uno.

taberna de Ángel Sierra

El Cisne Azul

El Cano

Tras otro paseo, descubriendo nuevas y estupendas tiendas, decidimos sentarnos a tomar el postre en Pomme Sucre (calle Barquillo,  49). Esta pastelería sirve unos dulces estupendos. El mejor, sin duda, la caracola, de las mejores que he tomado.