Pinchando aquí, te lleva a un nuevo post sobre Cañadío publicado en septiembre de 2018. Otro de los restaurantes sobre los que había leído mucho durante el año pasado es Cañadío. Probablemente hicieron una campaña muy buena entre periodistas y bloggers y no se habló de otro sitio durante meses. También es uno de los recomendados por la Guía Repsol 2013. Tenía ganas de conocerlo y al final fui antes a La Maruca, su hermano pequeño, aunque todavía no he publicado el post.
Los propietarios de este restaurante son los mismos de Cañadío de Santander, una casa que tiene más de 30 años de historia, donde se come muy bien. A su proyecto han incorporado a una joven pareja de cocineros, Beatriz Fernández y Jesús Alonso, con quien ya habían trabajado en Cantabria.
El local es muy funcional y está dividido en tres ambientes: en la planta baja se encuentra la barra de tapeo, donde también se puede desayunar, y un comedor pequeño con vistas a la cocina que dispone de una carta específica, y en la parte de arriba se halla el comedor principal. Está decorado en tres tonos: rojo, blanco y azul con muchos toques marineros, como no podía ser de otra manera tratándose de uno de los buques insignia de la cocina cántabra.
Cuenta con una terraza sobre la acera y el servicio es bueno.
La cocina de Cañadío, como la definen sus propios dueños, es creativa basada en recetas regionales tradicionales. En la misma abundan buenas materias primas de temporada y muchos de sus productos llegan a Madrid desde Santander. En la carta se pueden encontrar anchoas de Santoña, rabas (calamares), bocartes fritos (boquerones), uno de mis pescados favoritos, almejas de Pedreña y cachón (sepia). Para los carnívoros destacan su guiso meloso de morros y la pata de ternera con huevo confitado.
Hace unas semanas reservé en este restaurante para un almuerzo de trabajo. Tomamos para compartir anchoas y de segundo las dos pedimos lo mismo, puntas de solomillo.
No cierra
Precio medio: 55 euros
– Lo mejor: La cocina es muy rica
-Lo peor: no encontré nada
C/ Conde de Peñalver, 86 Teléfono 912 81 91 92 Mapa de situación
Estuvimos el Puente en la barra de tapeo. Todo lo que pedimos estaba riquísimo la verdad aunque no fuera cántabro precisamente.
Hay un plato de quesos, con mermeladas, pipas de diversos tipos, hilitos de vinagre de módena, panecillos ultrafinos, DELICIOSO y la presentación PRECIOSA. También pedimos un chuletón fileteado que estaba delicioso y no me pareció nada caro.
Gracias por tu comentario Alicia. Hace tiempo que no he ido y estoy deseando volver, sobre todo de tapeo