En 2017 ha obtenido su segunda estrella Michelín
Uno de los restaurantes que mas me ha sorprendido ha sido DSTAgE, el proyecto personal de Diego Guerrero. Tras su paso por El Club Allard, donde obtuvo dos estrellas Michelín, ha abierto este nuevo restaurante, que todavía no ha cumplido su primer año de vida, y ya ha sido acreedor de su primera estrella.
El nombre responde a las iniciales de las palabras Days to Smell Taste Amaze Grow & Enjoy (Días para Oler, Probar, Sorprenderse, Crecer y Disfrutar), que ya nos indican cuál es la filosofía de este restaurante. El local ocupa una superficie de 300 metros cuadrados divididos en dos plantas y ha sido diseñado por el propio Diego Guerrero. Los muebles, realizados por un carpintero, se combinan con lámparas de obra y ladrillo visto. Todo el conjunto se ha diseñado con un objetivo, según explica el propietario, “conseguir que todas las mesas se conviertan en la codiciada mesa de la cocina”.
Al entrar al restaurante se encuentra la zona de bar con la barra al fondo, mesas bajas de madera y sofás y sillones de cuero que me encantaron. En esta zona nos sirvieron el aperitivo. A continuación se encuentra el comedor, donde almorzamos, y al fondo la barra de la cocina, donde tomamos el primer entrante elaborado directamente delante de nosotros mientras nos lo iban explicando. Entre el comedor y la zona de cocina, done también hay mesas, han instalado unas enormes cristaleras que dan un toque muy alegre al comedor. Abajo hay un pequeño patio interior con plantas, que descubrí al bajar al baño, y que es muy agradable.
El personal, muy numeroso tanto en cocina como en sala, es encantador. Da gusto ver a chicos jóvenes, algún camarero está haciendo sus prácticas aquí, aprendiendo a ser un gran profesional.
Se puede elegir entre dos menús, uno de 10 platos y otro de 14. Normalmente suelo pedir uno corto o medio, dependiendo de las opciones que da cada restaurante, pero esta vez decidí tomar el largo, igual que mis chicos. Los platos fueron los siguientes:
En el bar
Marisco del día: Zamburiña bloody
En la barra
Cebiche de carabinero en roca de sal y coral de rocoto
En la mesa
Niguiri de invierno: 1.- anguila ahumada y ajoblanco, 2.- mochi de huitlacoche, 3.- atún, toffee “foiesabi“; 4.- cebolla & theglenrothes; 5.- ensalada de encurtidos con morrillo de salmón; 6.- torrija de pan tumaca con sardina ahumada y 7.- raviolis de alubias de Tolosa en infusión de berza; A continuación, “Del otoño al invierno” 8.- salmonete con caldo corto de azafrán y su propia escama y 9.- pichón asado en anticucho de ají mochero y quinoa negra. Antes de los postres nos dieron una hoja de maji. Tomamos: 1.- Copiándome a mí mismo: el bosque; 2.- palomitas de maíz con tocino de cielo y fresa; y 3.- Ajo morado.
Estaba todo delicioso. Lo que más me gustó fue el cebiche que sirven en la barra de la cocina.
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