Madrid cuenta desde el pasado mes de junio con el Museo de las Ilusiones y he ido a conocerlo nada más volver. Os voy a contar aquí la visita intentando no destripar muchas cosas y a la vez enseñándoos lo que vimos. En realidad, no importa si sabes lo que vas a ver, es el Museo de las Ilusiones donde cada uno tenemos que retar a nuestro cerebro, además de pasarlo muy bien.

El Museo de las Ilusiones nació en Zagreb en 2015 y a día de hoy ya son 18 los países donde puede visitarse. Con la apertura en Madrid, la capital de España comparte museo e ilusiones con ciudades como Nueva York, Toronto, Paris o Dubai. 

                                                       Con el director del Museo y al fondo D. Quijote

Cuenta con un espacio de 600 m2 en los que se puede interactuar con más de 50 ilusiones de pequeño, mediado y gran formato. El objetivo es que nos divirtamos durante la visita, pero también nos hace reflexionar a través de trucos que nos enseñan que nuestros ojos ven cosas que nuestro cerebro no puede entender. Antes de que se me olvide, aquí se pueden comprar entradas para el museo de las ilusiones.

Junto a cada una de las ilusiones se han colocado carteles explicado en qué consiste, así como si hay que observar o interactuar. Se puede hacer fotos en todo el museo y, para que te salgan muy bien, está marcado dónde tiene que situarse el modelo y dónde el fotógrafo. Además, está atendido por personas encantadoras que te ayudan a disfrutar de la visita.

Qué te vas a encontrar

Fui con una amiga y es un plan muy divertido. Algunas ilusiones son impactantes, otras divertidas y otras…. hasta marean como la sala antigravedad o el túnel del vórtice donde puse un pie y me di la vuelta. Sin embargo, dos niños de siete u ochos años que estaban en la cola detrás de mi (guardando la distancia de seguridad) entraban y salían felices. Al entrar en este túnel, sobre un puente, la sensación es que el puente gira y que vas a caerte cuando, en realidad, es una instalación estática.

Llaman también mucho la atención el cuarto inclinado, vemos el mundo al revés; el cuarto de Ames, donde cambias de tamaño dependiendo de la zona en la que te sitúes; la silla de Beuchet, donde el tamaño de las personas se ve distinto dependiendo de los objetos que la rodean, y el palo con maña que entra por un agujero en el que parece imposible que quepa. 

Podrás ver tu cabeza sin cuerpo, sobre una bandeja. Me recordó al cuadro de Salomé con la cabeza del Bautista pintado por Caravaggio. Me gustó mucho y me sorprendió verme en un espejo real, parece que no, pero no nos vemos igual que en los espejos a los que estamos habituados. Hay muchas cosas más, pero con esta referencia a la mesa de los clones termino de explicaros lo que os vais a encontrar. Cuando lo visitéis, espero que nos contéis en comentarios que os parece y que ilusión os ha gustado o interesado más. No pongo pie de foto a ver si adivináis a qué ilusión corresponde cada una.

Datos útiles

Dirección: Calle Doctor Cortezo, 8 Teléfono 91 103 34 55 Mapa de situación.

Horario: miércoles, jueves y viernes de 12 a 22 y sábado y domingo de 11 a 22.                                                                         (El último pase es a las 21)

Entradas Además de en el enlace que os he puesto en el texto, se pueden comprar al llegar, no es necesario cita previa.