Como ya sabéis los que me leéis con frecuencia, he estado unos meses con una dieta bastante estricta por intolerancias. ¿Lo peor? no poder tomar levaduras porque eso significa ni pan ni cerveza y me encantan las dos cosas. Esta Navidad, aprovechando que estamos toda la familia y que estoy tomando cerveza, el día 2 organizamos una cata de Cruzcampo Gran Reserva 1904, en lugar de hacer la de vino que solemos hacer todas las navidades.
Me encanta hacer catas de cervezas porque pruebo otras distintas de las que suelo tomar, y así he descubierto muchas de mis favoritas. Después de tanto tiempo sin cerveza, esta cata no me ha decepcionado: la Cruzcampo Gran Reserva 1904 es una cerveza excelente.
En Mula está haciendo más frío de lo habitual, así que hicimos la cata alrededor de la chimenea y preparamos diferentes cosas de aperitivo y algunos guisos de la tierra para ver como marida cada cosa con esta cerveza premium.
La botella, (33 cl.) de líneas simples, es de cristal oscuro con el nombre de la marca resaltado en el vidrio, y una etiqueta dorada y negra bastante sobria.
Cruz Campo Gran Reserva 1904 madurada en bodega, se elabora con tres tipos de malta diferentes, ligeramente tostados, y un lúpulo muy aromático (perle). De color ámbar, tiene poca espuma y las burbujas son casi inapreciables. Huele a malta tostada, cereales y miel y deja en el paladar un sabor bastante intenso y duradero, un poco amargo. La graduación es 6.4%
Me ha gustado mucho, sobre todo para tomarla después de cenar. Como tiene muy poco gas aguanta muy bien en la copa para beberla despacio. Para mi, que no tomo copas, es un gran descubrimiento.