Actualizado el 17 de diciembre de 2020
Anoche fui a cenar a Ochenta grados para conocer su nueva carta de realidad virtual. Me encanta todo lo que hace este restaurante, además de que son muy detallista. Como os conté Unos días después de publicar este blog sobre Ochenta Grados, las tapas más sofisticadas de Madrid, me llamaron de comunicación de los restaurantes para invitarme a comer y así darme la gracias por la publicación. Un detalle que me gustó mucho y acepté encantada. He ido a comer al restaurante de las tablas y varias veces a cenar al de las tablas. Os dejo aquí el video de cómo es su nueva carta y a continuación actualizo el post con las novedades de mi última.
Conocí el restaurante de Las Tablas hace tres o cuatro años y me encantó, pero nunca publiqué la información porque estaba tan lleno que no pude hacer fotos. Ahora cuentan con varios establecimientos en Madrid que son un exitazo.
Decoración
La decoración está basada en los dorados años 80 por lo que se han empleado colores dorados y ocres. En la planta de calle se encuentra el comedor dividido en diferentes espacios. Al entrar, llama la atención una gran barra en el medio de la sala. En esta se alternan mesa altas y bajas y los tonos dorados dan sensación de un espacio moderno y abierto. En la zona siguiente cuenta con varias barras bajitas, tipo restaurante japonés, y una zona en la que cenamos con mesas redondas y sillones.
La zona sótano está decorada con paredes de neopreno y sofás corridos en dorado. Un espacio muy agradable donde reservar para organizar eventos privados.
Cocina
La filosofía de ochenta grados se basa en el máximo respeto a las propiedades del producto, así que siempre que es posible cocinan a menos de 80 grados para que no se pierdan. La mayoría de sus productos son de proximidad ya que cuentan con muchos proveedores locales. Su oferta es casi toda tapas y miniplatos -para dos personas- y la carta incluye platos fríos y calientes -estos incluye tres con raciones más grandes para compartir- y postres.
Pedimos algunos platos para compartir cada dos personas y otros individuales, pero acabamos probando todos todo. Tomamos salmorejo con helado de parmesano y jamón ibérico; eclair de parmesano relleno de steak tartar con mayonesa de mostaza, tartar de salmón con crema de aguacate y gazpacho de mango.
Pato asado con curry japonés, empanadilla de langostinos al curry con ketchup de cereza; bocata crujiente de calamares en pan de cristal con vinagreta de tomate y mostaza de limón; huevo trufado con patatas y jamón; salmón teriyaki con costra de sésamo y jengibre, y croquetas de jamón ibérico. De postre, tarta de queso horneada con toffee salado, galletas oreo con helado de dulce de leche y blanco de limón (textura de yogur elaborado con limón chocolate blanco).
En la segunda visita nos dejamos aconsejar y probamos lo que nos recomendaron: croquetas de jamón y croquetas de boletus; huevo trufado con patatas y jamón, uno de los platos estrella del restaurante; sándwich tostado de costilla melosa con mostaza encurtida a la miel, muy rico y original y otro de los platos mas demandados; falso risotto de secreto ibérico y setas, muy rico y por último hamburguesa. De postre pedimos la tarta de queso, que me encanta y me apetecía mucho volverla a tomar, y la tarta de chocolate con crujiente de pailleté, riquísima.
En mi última visita tomamos varios platos. Además de los que ya había tomado en otras ocasiones, probamos la lasaña de pato con bechamel vegetal; la hamburguesa cantonesa en brioche al vapor y frito con mayonesa de kimchi. De postre leche con galletas y chocolate y blanco limón que siempre lo pido.
El servicio es muy amable
C/ Paseo de la Castellana, 128 Teléfono 91411 05 93 Mapa de situación.