HA CERRADO Esta semana he conocido el restaurante Gallinas y Focas donde se come muy bien y se sustenta en un proyecto precioso. Gallinas y Focas es un restaurante diferente, propiedad del Grupo Amás, una organización que apoya, impulsa y defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual.
El proyecto que hace de Gallinas y Focas un restaurante diferente
Este restaurante es el primer proyecto gastronómico de alta cocina inclusiva. Ofrece oportunidades laborales a personas con discapacidad intelectual que se han formado en la escuela de hostelería que tiene la propia organización. Tuve la suerte de cenar con Oscar, el Director de este grupo, y conocer el proyecto de primer mano. Tenemos una amiga común que sabía que me encantaría conocer el restaurante y el proyecto, como así fue.
El nombre del restaurante es el mismo de una maca de vinos, Gallinas & Focas que también tiene un gran valor humano. Nace como fruto de la colaboración de Amadip Esment (asociación que trabaja por la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad intelectual) y 4kilos Vinícola. El nombre del vino surge de una tormenta de ideas entre los miembros de Amadip Esment. Cuando se les preguntó por qué este nombre respondieron ” las gallinas son divertidas y las focas aplauden”.
La Decoración
El restaurante se encuentra en el local que ocupó durante años La Chamartina. Aunque cuando lo inauguraron lo mantuvieron casi igual, hace unos meses decidieron transformarlo. Al restaurante se accede bajando unos escalones que llevan a una pequeña barra. La sala principal está dividida en diferentes zonas. Al entrar a la derecha, se han instalado mesas altas y taburetes tapizados en tonos verdes. A la izquierda, hay otro espacio con unas pocas mesas bajas situadas delante de la bodega. Al fondo de la sala hay otro comedor, separado por una cortina, que resulta muy agradable para organizar eventos o cenas de grupo. En la planta baja disponen, además, de dos reservados. También cuentan con una terraza cubierta en la acera.
La cocina
La cocina es tradicional renovada basada en el respeto al producto. Las recetas son las de nuestras abuelas elaboradas con algunos ingredientes diferente y nuevos. Al frente de la cocina están Borja Bachiller y Freddeick Magpali. Nosotros tomamos varios platos comenzando con la ensaladilla y la coca de escabeche de setas, trigueros y piquillos confitados con pisto, deliciosa.
De la carta tomamos tataki de atún rojo, acompañado de una pasta negra que le da un toque diferente. Después me recomendaron probar el chipirón que lo hacen a la plancha con pisto blanco, puerro frito y cacahuete tostado. Estaba muy rico, a pesar de que el chipirón no está en mi lista de productos favoritos. Terminamos con las carrilleras que comentamos con el chef que de apariencia estaban duras y que al tomarlas estaban muy ricas.
De postre nos hicieron una degustación que incluía torrija de brioche con sopa de chocolate blanco y anís, muy rica, arroz con leche, lo que menos me gustó, y brownie de chocolate blanco acompañado de un helado de violetas delicioso.
El equipo de Gallinas y Focas se completa con Victor Luena, como sumiller y Camilo Canevaro al frente de la coctelería, además del personal de sala. A nosotros nos atendió Ismael un camarero super atento.
C/ General Gallegos, 1 Teléfono 91 345 44 98 Mapa de situación.
Me encanta la idea del restaurante, la inclusión de personal con discapacidad, la buena comida y el hecho de que “las gallinas son divertidas y las focas aplauden”.
Gracias Marien. Habrá que probarlo.
Es la pera, te encantará Hernán. Podemos reservar aquí para la cena de Navidad. Besos