Mis amigas del club de cocina y yo, desde hace cuatro años, organizamos una cena de verano en la que elegimos un restaurante o terraza que nos guste y nos arreglamos casi como si fuéramos a una fiesta. Este verano elegimos Pólvora, un restaurante clásico con ambiente joven, que estaba en mi lista de “para conocer”.
Decoración
Pólvora es el segundo restaurante del Grupo Vespok 360, propietario del restaurante El Rincón de Vespok en Puerta de Hierro. Los dueños son tres socios conocidos en el mundo de la música, lo que hizo que Pólvora se pusiera de moda al poco tiempo de abrirse, hace menos de un año. Situado en el barrio de Salamanca, ocupa un espacio bastante grande dividido en diferentes áreas de sala, zona de copas, patio y un reservado muy enfocado a las comidas de negocios. En la decoración se han mezclado elementos tradicionales como el terciopelo, los dorados, las lámparas de luces bajas o las piezas de anticuario con paredes de ladrillo visto, latón o piezas recién fabricadas. Cuenta con los elementos clásicos de un buen restaurante y, al mismo tiempo, los dueños han querido darle un toque “canallita y explosivo” de ahí el nombre Polvora. Se escucha música durante todo el tiempo, un poco alta, sobre todo canciones de otra época como Los Panchos.
Cocina
La cocina está en manos de Gonzalo Sainz, que procede de los fogones de DStage de mis restaurantes favoritos de Madrid. También ha trabajado en otros buenos restaurantes dentro y fuera de España. Sus platos mezcla ingredientes de diferentes cocinas del mundo y el resultado, por lo menos en lo que se refiere a los platos que probamos, es estupendo. De aperitivo nos pusieron unas lonchas finitas de butifarra con mayonesa de azafrán, muy ricas. Una de mis amigas definió este plato como “un platillo volante” Tomamos como entrantes para compartir hummus de alcachofas y chipirón, no puedo juzgar porque no soy nada aficionada ni a la sepia ni al chipirón, y espárragos blancos con mantequilla de erizo y puntillitas, deliciosos.
De segundo, tres de mis amigas pidieron noodles con txangurro thai, presentados de manera muy atractiva; otra de ellas tomó dorada con puerro asado y meuniére de hinojo, uno de los platos estrella de la casa, y yo tomé lasaña de hongos y gambas, que me pareció el plato más rico de todos. De postre compartimos una tarta de melocotón, que no nos gustó mucho, y una de queso, que desmoldaron en la propia mesa, espectacular.
C/ Juan Bravo, 23 Teléfono 91 051 84 50 Mapa de situación.