Me encanta cuando los chicos me dedican el domingo y no solo para salir a almorzar. Me gusta cuando vamos a ver alguna exposición, paseamos por Madrid, comemos y acabamos en algún espectáculo. Hace un par de semanas nos organizamos muy bien y visitamos la Colección Abelló, fuimos a La Casa de la Portera y comimos en la trattoria Manzoni.
Esta trattoria ocupa un local pequeño y decorado de manera muy sencilla. Nada más entrar se encuentra la cocina, a la vista de todos, a continuación hay un comedor pequeñito con dos mesas altas y al fondo del local está el salón, en el que no hay más de 8 o 10 mesas. Cuando vimos la gente que llegaba con reserva, familias, vecinos de la zona… nos dimos cuenta de que comeríamos bien y a un precio razonable.
Primero tomamos un aperitivo invitación de la casa. Nos pusieron una crema de zanahoria con mucho sabor a albahaca que nos iba gustando cada vez más a medida que la íbamos tomando. Para comer pedimos todo para compartir: carpaccio de carne acompañado de una focaccia finita con aceite de oliva que estaba deliciosa. A continuación probamos la pizza de huevos de codorniz y patatas chips caseras; raviolis de carrillera y risotto tartufo con trufa negra, riquísimos los dos platos. De postre los chicos pidieron tiramisú y crema chantillí con helado de frambuesa. Mi hijo ha vuelto hace un par de días y me cuenta que tomó algunos platos diferentes y también muy buenos: provolone “pizzaiola” con tomate, aceitunas negras y alcaparras; pizza Tartufo igual a la que tomamos juntos pero con trufa y sin patatas chips; gnocchi a la sorrentina y raviolis de calabaza e higos con mantequilla, salvia y parmesano.
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