Ayer me enamoré de Bruce Springsteen. Era la primera vez que veía a The Boss en concierto y, música aparte, me pareció un cañonazo de señor con una sonrisa irresistible. No me ha quedado más remedio que escribir sobre el concierto de Bruce Springsteen en Madrid.
Aunque siempre me ha gustado su música, nunca he sido fan suya: compré las entradas porque pensaba que merecía la pena verlo al menos una vez en la vida, pero creo que ya no podré perderme ni uno solo de sus conciertos en Madrid, ¡ha sido un flechazo en toda regla! Confieso que como soy incapaz de seguir las giras de los cantantes, cuando me enteré de que Springsteen venía a Madrid me puse una alarma en la agenda y compré las entradas el pasado mes de diciembre a las 9 de la mañana del día que se abrían las taquillas.
Ayer, antes de salir de casa, pensé que me hubiera encantado tener 15 años y que no hiciera tanto calor para vestirme con un total look concierto, pero después de haber visto al Boss en directo, lo que lamento es no haber cogido entradas en pista y haber saltado sobre el escenario a la primera oportunidad. Creo que además, si ahora tuviera esos años, forraría mis carpetas del colegio con sus fotos.
Bruce nos ofreció anoche el concierto más largo de su carrera, casi cuatro horas de continuo espectáculo, no paró de cantar, bailar y moverse, acompañado por sus chicos de la E Street Band. ¿Qué se puede decir de su voz o de su música que no se haya dicho ya? A mí me sorprendió el atractivo personal de un señor de 62 años que ya quisieran tener muchos veinteañeros.
Bruce Springsteen habló bastante veces en español, con buen acento, y tuvo muchos detalles entrañables. Dedicó “The River” a Nacho, el joven mallorquín que murió de cáncer hace unos días y que tenía preparadas sus entradas para venir al concierto. Explicó cómo Estados Unidos ha pasado por una mala situación similar a la que ahora vive nuestro país y nos dedicó una maravillosa canción, “porque mi corazón está con todos los que están luchando por España”. Tampoco faltó un pequeño homenaje a Clarence Clemons, su saxofonista de siempre, muerto hace un año.
En cuanto al concierto, por lo que pude aprender de los que lo siguen a todas partes, ayer fue la primera vez que cantó Spanish Eyes, una preciosa canción de los años 70 que nunca había interpretado sobre un escenario (pincha y escúchala viendo esta foto).
Cantó las canciones de su último disco “Wrecking Ball” , nos ofreció una canción a dúo con uno de sus amigos de la infancia y al final, como era de esperar, nos entusiasmó con sus éxitos de siempre: Born In The USA, Born To Run, Hungry Heart, Seven Nights To Rock, Dancing In The Dark, y cuando ya casi nos disponíamos a salir del Bernabeu se arrancó con una espectacular Twist And Shout.
En cuanto al público, el ambiente era estupendo, mezcla absoluta de generaciones, incluso padres con niños pequeños que conocían todas las canciones de The Boss. Yo disfruté muchísimo con mi hermana y mi hijo, creo que si no hubiera venido le habría echado mucho de menos, le encanta la música y lo pasó genial.
La organización estupenda y la entrada y salida del estadio absolutamente bien organizadas. Solo dos cosas que no entiendo: ¿por qué si el concierto está fijado a una hora hay que esperar hasta media hora más tarde para que comience? y ¿por qué la gente va tan mal vestida? .Intenté hacer alguna foto de estilismos para colgarlos en el post y lo que encontré fueron zapatillas de deporte, chanclas y camisetas de las que solo debería permitirse usar en el gimnasio. ¡qué menos que ponerse un poco mon@ para salir a un concierto estupendo!
Fue una pena que algunos de mis amigos se quedara sin ir, al final no se habían vendido todas las entradas.
¡qué ganas de que vuelva!
Qué buena pinta!!! Acabo de pinchar en una de sus canciones y la verdad es que llevas toda la razón mira que es bueno!!
Besazos,
Yol
Fue fantástico, la próxima vez que venga vamos juntas
BRUCE ES LA CAÑA EN CONCIERTO
Totalmente. Gracias por tu comentario
[…] casualidad, porque no llegué a tiempo de comprar las entradas. A diferencia del concierto de Bruce Springsteen para el que me puse varias alarmas y estaba delante del ordenador una hora antes de que se pusieran […]