Me encanta la Taberna de Antonio Sánchez 1787, la más antigua de Madrid; de hecho también es conocida como la Taberna de los Tres Siglos. Se sabe que existía en 1787 por un documento de un traspaso, pero se desconoce con exactitud su fecha de inauguración.
En 1884 compró la taberna Antonio Sánchez, hijo de taberneros, y le dio el nombre con el que ha llegado hasta nosotros. Más tarde la heredó su hijo, el torero Antonio Sánchez Ugarte y, desde entonces, se convirtió en lugar de encuentro de escritores, pintores, toreros y artistas como Pío Baroja, Sorolla, Camba o Cossío.
Decoración
La Taberna de Antonio Sánchez, 1787 se mantiene con la decoración original, y me resulta difícil describir un espacio donde cada cosa es un trozo de historia viva de Madrid. Cuenta con una zona de barra al entrar, donde se puede ver la caja registradora de hace dos siglos, la barra de latón, las paredes de madera, cabezas de toro, veladores… A continuación, por un pasillo, se accede a las salas con mesas cubiertas por manteles blancos, sillas como las de las tabernas andaluzas y las paredes cubiertas de cuadros con motivos taurinos. Bajando la escalera se encuentra la bodega, que es impresionante con sus enormes tinajas.
Anécdotas
Tres siglos de vida dan para muchas historias y leyendas, y de lo que nos ha llegado no sabemos con seguridad qué es o no real. Aún así, os voy a contar dos de las historias más populares, una que a mí me resulta un poco dura y otra unida a nuestra gastronomía y expresiones.
El vino bueno
Cuentan que en una reyerta contra los franceses en la puerta de la bodega los parroquianos salieron a defender a los españoles y mataron a un soldado francés. Para evitar problemas lo metieron en una de las tinajas, y no se volvieron a acordar de él. Años más tarde, en la taberna todo el mundo quería el mismo vino, el de la tinaja número seis, porque decían que era el mejor de todos ¿Os imagináis de qué tinaja se trataba?
Coger una torrija
La palabra torrija, según la RAE, hace referencia al dulce que todos conocemos, pero también significa borrachera. Se dice que la expresión tiene su origen en esta taberna. La madre de Antonio Sánchez hacía unas torrijas estupendas y las madrileñas enviaban a sus maridos a comprarlas. Estos al llegar a la taberna se quedaban tomando alguna copa y volvían borrachos. Al llegar a casa, ellas les preguntaban ¿vienes con la torrija? y en muchas ocasiones habían olvidado la de verdad en la taberna.
Cocina
Cocina tradicional muy bien elaborada. Fuimos tres personas y tomamos todo para compartir. Empezamos por unos buñuelos de bacalao deliciosos; de hecho, tomé dos, y es un plato que nunca pido porque no es de mis favoritos.
A continuación, unas croquetas de jamón super suaves que van a mi lista de las mejores.
Después nos pusieron aguacates a la brasa con crema de mascarpone, que acompañan con pesto de avellanas.
Como plato principal tomamos uno de sus clásicos, el rabo de toro, que es el mejor que he probado porque es suave sin ningún tacto ni sabor a grasa.
De postre pedimos su plato más tradicional, las torrijas, que tienen mucha historia porque, como hemos explicado, ya las hacía la madre de Antonio Sánchez a finales del siglo XIX, y ahora las elaboran con pan brioche y helado. También pedimos tarta de queso, que es diferente y deliciosa, servida con helado de yogur.
Acompañamos la comida con un chardonnay fermentado en barrica Blas Muñoz de La Mancha.
Sirven todo decorado con flores pequeñas de colores vivos. Me encantó todo lo que probé. Ahora tengo pendiente ir a tomar su cocido.
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