Este año he celebrado mi santo en Ninja Taberna, una tasca a la japonesa donde comimos muy bien. Había oído a mi hijo hablar de Ninja Ramen, de los mismos dueños, y le encantó, por lo que decidí reservar aquí para comer con él y con mi sobrina.
Decoración
Ninja Taberna ocupa un espacio rectangular en dos alturas. En la superior, por donde se accede, está la sala, y en la planta baja hay otra sala situada a lo largo de una barra. La decoración se basa en la madera en tono oscuro. Del techo cuelgan miles de farolillos de colores y banderines.
Cocina
La cocina es street food japonesa, no esperes encontrar sushi. Elaboran recetas tradicionales, pero les dan su propio toque. La carta es bastante variada y pedimos todo para compartir. Empezamos por el okonomiyaki, una tortilla japonesa con verdura de temporada aderezada con mayonesa, salsa tonkatsu y alga nori laminada. Pedimos el de bacon, aunque también lo hacen de mariscos. Siempre que encuentro okonomiyaki en la carta de los restaurantes japoneses lo pido, pero, como he escrito ya alaguna vez, ninguno es tan rico como los que tomé en Tokio.
A continuación, tomamos gyozas vegetales con salsa mayonesa de mantequilla y chile infusionada con sésamo, originales y muy ricas.
Seguimos con el surtido de brochetas que incluye cinco: secreto, yakitori (pollo), berenjena china, takoyaki (bolas de pulpo) y coliflor, unas más ricas que otras. De los baos, elegimos el yakitori, con pollo de corral a la parrilla, cebolleta, salsa teriyaki y cebolla frita crujiente.
Como plato principal, elegimos el “Pato y Foie Don”, un delicioso arroz japonés con verdura de temporada, pato deshuesado, salsa teriyaki y terminado con foie flameado, acompañado de una sopa de miso individual. Es una de las especialidades de Ninja Taberna, una tasca a la japonesa porque combina platos tradicionales con ingredientes inusuales, como las tascas de toda la vida están haciendo ahora en Madrid.
De postre tarta de queso con salas de frutos rojos.
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