Actualizado (Post original de 22 de agosto de 2017) el fin de semana pasado fui a tomar algo a Flores de Alcachofa, el hermano elegante del Pimiento Verde. Me gusta mucho, son muy amables y, además, tienen unos quicos y unos anacardos, deliciosos. Fui a almorzar con una amiga porque hacía tiempo que no iba, porque cuando suelo ir mucho es en verano porque puedo llevar a Fit a la terraza.
Lo descubrí una noche que quedé, sobre la marcha, para cenar con una amiga, elegimos Flores de Alcachofa. Este restaurante es hermano de los Pimiento Verde lo que suponía una garantía de que se come bien. Al llegar nos sorprendió que, además, es mucho más bonito que sus hermanos. Soy una enamorada de las alcachofas, o alcanciles como se llaman en mi tierra donde se cultivan y se cocinan como en ningún otro sitio, así que el nombre también me atrajo mucho.
David Lecanda, propietario del restaurante, lo bautizó con el nombre Flor de Alcachofa para hacer un homenaje al producto más demandado en sus otros restaurantes y sobre el que lleva investigando desde hace tiempo.
Decoración
La decoración es de estilo colonial clásico. Se han empleado materiales como la madera y el mármol y numerosas plantas. la vegetación es una de sus señas de identidad. Cuenta con grandes ventanales a la calle y ocupa el espacio donde se encontraba The Harvest. Además de la sala, dividida en dos espacios, cuenta con una zona de barra en la que hay un par de mesas altas con taburetes muy agradables para comer o picar algo. Además tiene terraza.
Cocina
La cocina se basa en productos frescos y, junto a platos de cocina tradicional española, ofrecen recetas hispanoamericanas basadas en los platillos de la América de la calle. Con respecto a la alcachofa, según informan en su página web, “es el motor principal de Flores de Alcachofa. Es nuestro pequeño laboratorio culinario, un balcón al sur de Europa con vistas a Latinoamérica” Este producto se ofrece fresco todo el año, traído, según la época, de la huerta murciana y de Navarra. Nosotras pedimos para cenar flores de alcachofa, como no podía ser de otra manera, además de ceviche limeño, ropa vieja con arroz y suflé de chocolate.
También disponen de una carta de desayunos. En diferentes visitas he probado, además de las alcachofas, burrata con tomatitos, muy rica, tacos del pastor, que me encantaron y guacamole rojo con totopos caseros, que los hacen ellos también. Siempre que voy, sea a cenar o a tomar un vino en la terraza, acabamos pidiendo alcachofas tradicionales excepto en mis últimas visitas que pedimos en una espárragos blancos de Navarra con mahonesa de mejillones escabechados y en la otra alcachofas a la andaluza con salmorejo, deliciosas.
Después tomamos guisantes frescos de huerta con jamón ibérico, ajetes tiernos y huevo poché, ensaladilla rusa que la sirven con huevas, huevo duro y piparras, y de postre tarta de queso. Estaba todo muy rico. La última vez, como novedad, probamos el steak tartar y estaba también muy rico. Mi último descubrimiento ha sido la ensaladilla con mejillones en escabeche que es deliciosa.
El servicio muy amable y casi siempre voy con gente inteligente y divertida y lo pasamos genial.
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