Actualizado (Post original, 27 de octubre de 2020) Ayer fui a almorzar con unos amigos que han venido a pasar un par de días a Madrid y aprovecho para actualizar la información. La zona de Las Cortes me parece preciosa. Además, como Sus Señorías no se cuidan mal, no es raro encontrar buenos restaurantes. Uno de los últimos en llegar, hace a penas un mes, es Casa Mortero. Su filosofía es hacer que el comensal se sienta como en casa y esto, para las personas que tienen que comer fuera habitualmente, es muy agradable. Con este gancho estaba deseando ir a comer a Casa Mortero, guisos y brasas junto a las Cortes. Fui a cenar con un amigo el sábado y nos encantó.
Decoración
El restaurante refleja la filosofía de Pedro Gallego, chef y dueño de Casa Mortero. A mi me encanta y he conocido casi todos los restaurante en los que ha estado involucrado: Triciclo; Las chicas, los chicos y los maniquís, Sinsombrero o Casa Lobo, entre otros. El espacio es sencillo, acogedor, incluso diría que relajante. En la decoración se han utilizado materiales naturales como el mármol, la cerámica y maderas claras. El tono azul de las sillas y las persianas es uno de mis favoritos para decoración. Al entrar se encuentra la barra y a continuación la sala.
Cocina
El chef Pedro Gallego elabora una cocina clásica, con las técnicas de siempre, a fuego lento, a la brasa. También preparan las conservas de modo tradicional: escabeches, salazones, encurtidos… La carta no es muy larga, pero apetece probarlo todo. Nosotros elegimos lo qué nos apetecía comer y después, me gusta siempre hacerlo, preguntamos si habíamos acertado con la elección. El servicio es muy amable y nos aconsejaron en cuanto al tamaño de las raciones, así que pedimos varias medias porque los platos son muy generosos y elegimos cosas contundentes. Empezamos por las croquetas cremosas de jamón ibérico -siempre las pido cuando voy a un restaurante donde Pedro es el chef- son deliciosas.
Después tomamos torreznos con patatas “meneás” y majado de pimentón, nos encantaron.
Continuamos con las mollejas de ternera, un plato que me gusta mucho. Las sirven con crema de maíz, col encurtida y jugo de membrillo. A mi amigo le gustan más las de cordero, porque son más sabrosas, pero a mi me pasa lo contrario, prefiero las de ternera que son más suaves. Después pedimos el rabo de vaca con patatas fritas y jugo agridulce, media ración. Muy rico. Lo limpian y sirven en la mesa y estaba muy poco gelatinoso.
En la última visita, pedimos como entrantes lo mismo que en la primera porque me habían gustado mucho. De segundo, en esta ocasión, tomamos pimientos a la brasa con bacalao “salao”, almendras y cebolla tierna, muy ricos, y patatas a la importancia con kokotxas de bacalao, huevo frito y papada curada, que nos gustaron menos que el resto de platos porque las bañan con mucha salsa.
De postres volvimos a pedir la tarta de queso que antes era caramelizado con helado de frutos rojos y ahora no caramelizan y la acompañan con helado de toffee, las dos versiones son deliciosas.
El servicio es muy amable.
C/ Zorrilla, 9 Teléfono 91 059 55 70 Mapa de situación.