Autor de este post Fernando G. Ladrón de Guevara
Hará cosa de un año fui a comer a Konnichiwa, un restaurante de comida callejera japonesa cuyo foco principal no está en el sushi, como le sucede a tantos sitios orientales o fusión ahora, sino en recetas menos conocidas de este país. Uno de mis platos japoneses favoritos es el okonomiyaki, y como hace tanto que no lo como y este viernes tenía muchísimas ganas… ¿qué mejor idea que matar dos pájaros de un tiro, no cocinar y pedirlo a casa?
Qué pedimos
Las porciones de Konnichiwa son bastante generosas, algo que mantienen en el reparto a domicilio. Sin acordarnos muy bien de esto, pedimos tres cosas para dos personas, y fuimos incapaces de terminarnos todo (aunque luego recenamos y todo seguía igual de bueno unas horas más tarde). De entrante, pedimos gyozas, un clásico, de carne y verduras. Aunque las hubieran traído desde el restaurante, seguían estando recién hechas, jugosísimas.
Okonomiyaki
De plato principal, intentamos pedir dos cosas lo más alejado posible una de otra para tener una cena más variada. Un okonomiyaki estaba asegurado, y elegimos el “Konnichiwa style”, con un huevo frito encima. El okonomiyaki es una especie de tortita enorme japonesa -sin ser ésta la mejor palabra para describirlo- que se hace con masa o con fideos yakisoba finos y con muchísimos ingredientes: repollo, huevo, marisco, panceta japonesa… coronado con katsuobushi. Al igual que las gyozas, el okonomiyaki parecía que acababa de salir de la cocina, y la yema de huevo calentita le da un sabor riquísimo al resto del plato.
La otra cosa que pedimos de segundo fue un chirashi, plato más similar al sushi que consiste en un bol de arroz blanco con pescado crudo y otros ingredientes encima que se mezclan a la hora de comer (parecido al poké hawaiano). Este chirashi llevaba salmón, aguacate, algas wakame, huevas de caviar rojo, un huevo pochado y trufa, y tenía un puntito de wasabi picante, delicioso. Al escribir esto me doy cuenta de que los dos platos que pedimos llevaban un huevo encima, pero la yema no se nos hizo nada repetitiva porque el sabor de los dos platos era muy diferente.
Pinchando aquí tenéis información si queréis comer en el restaurante ¿os animáis a probarlo en casa?
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