Con los restaurantes y los museos cerrados y confinada, no paro de buscar ideas alternativas para contaros en el blog. Hoy os propongo hacer una cata de aceite de oliva en casa. Nosotros la hemos hecho con los aceites que tenía en la despensa.
El aceite de oliva es tan nuestro que a veces no le damos el valor que tiene. Yo recuerdo como me llamó la atención en casa de unos amigos en París, de un nivel económico muy alto, que el aceite de oliva se guardaba en el armario de las delicatessen para ocasiones especiales. Aprendamos a disfrtuarlo.
Cata de cinco aceites
En la despensa siempre tengo una garrafa de aceite virgen extra producido en casa. Lo usamos nuestra familia y algunos amigos, pero no lo embotellamos bonito. Es un aceite delicioso y normalmente está en la aceitera porque cocinamos con él. Se elabora en La Vega de Pliego, en Murcia.
En este momento también tengo en casa cuatro aceites más:
2.- Una botella de aceite virgen extra, de Alcalá Oliva, obtenido de aceitunas de las variedades tradicionales de la comarca Sierra Sur.
3.- Una botella de aceite extra virgen de hojiblanca de Campos de Uleila (Almería) monovarietal. Me la regaló Knauf hace tiempo en una reunión de trabajo.
4.- Una botella de aceite virgen extra de las 7 encinas extraído de aceituna picual. Elaborado en la finca El Alamillo en Toledo.
5.- Por último, tengo una botella de aceite de oliva virgen extra ecológico de Rincón de la Subbetica, Priego de Córdoba. Este aceite es el más premiado en la historia de España.
Preparación de la cata
Las catas se suelen hacer en unos vasos especiales, como los de color azul que veis en la foto. Como no tengo, he usado unos de licor que son de tamaño y forma parecida.
Hemos numerado las botellas y los vasitos donde se van a catar. Además, hemos preparado una bandeja con pan para mojar en los aceites.
La cata
Fase visual
El color no es de los elementos esenciales en la cata de aceites de hecho, los atadores son de color azul. Los tonos del aceite van del verde al amarillo, incluso anaranjado, dependiendo del grado de maduración de las aceitunas y la manera en que se elabora. Los colores de nuestros aceites eran muy parecidos y en algunos casos la diferencia de color era prácticamente inapreciable. Lo que si observamos es que hay que poner exactamente la misma cantidad de aceite en cada vaso porque los que tenían menos se veían más claros. Los cinco tienen el color dorado de los aceites maduros y todos están transparentes y puros.
Fase olfativa
En este caso hay que calentar el catador entre las manos hasta que alcance los 28 grados. Se tapa y después se aspira profundamente para buscar los diferentes aromas que vienen dados, entre otras cosas, por el tipo de aceituna con el que se han elaborado.
Fase gustativa
En esta descubriremos el sabor y la textura al ponernos el aceite en la boca. Se aprecian los diferentes matices de sabor y una vez que se ha tomado todo el vasito se analiza el retrogusto a ver si nos aporta algo más.
No somos ningunas expertas, así que no vamos a juzgar aquí lo que nos dijo cada aceite. Lo divertido fue preparar todo, degustar y escribirlo para compartirlo con vosotros. Es muy recomendable hacer la cata como aperitivo o a media tarde y luego acompañar la comida con un poquito de pan mojado en el aceite que a cada uno nos guste más.
