Los días anteriores al 6 de enero solemos ir a Murcia a acabar de enviar las cartas a Sus Majestades de Oriente, los Reyes Magos. Aproveché para reservar en La Niña Guindilla porque tenía muchas ganas de que lo conociera mi hijo. Yo suelo ir casi siempre que estoy en Murcia ciudad porque me encanta.
Los propietarios de La Niña Guindilla, abierto en 2016, son mi sobrina Rafaela y su chico, el chef Luis Aranda. Os cuento que son mis sobrinos porque para mí es mucho más difícil hacer la critica de un restaurante de alguien de la familia. Me encanta, y todas las personas con las que he ido alguna vez siempre han vuelto.
La decoración refleja muy bien la personalidad de los dueños del restaurante: sencilla, alegre y desenfadada. El espacio es bastante pequeño, apenas cuentan con cinco o seis mesas y una pequeña barra con taburetes altos donde también se puede comer. Las paredes son blancas y los suelos hidráulicos. Las mesas y sillas son de diferentes colores. De las paredes cuelgan algunos cuadros del pintor muleño Juan José García Ayllón, padre de Rafaela.
Con los propietarios de la Niña Guindilla
La cocina también es el reflejo de sus propietarios, una pareja joven y viajera que vuelca en sus recetas lo que van conociendo en sus escapadas por el mundo. La primera vez que fui casi todos los platos eran de cocina española y peruana. En mi visita de ayer en la carta había, además, platos de las cocinas vietnamita y camboyana. Nos contaron que su próxima escapada es a México, así que en unos meses también se podrán probar recetas de la cocina azteca. Nosotros tomamos todo para compartir; al final, en lugar de mi hijo y yo fuimos seis personas a almorzar.
Tomamos buñuelos de dorada, queso cremoso y espirulina, que nos recomendaron, patatas al puñetazo, fritas, unas con mojo y otras “la niña guindilla”, estas últimas picantitas; tomate asado con mozzarella, jugo de pimiento, anchoa y albahaca, boll camboyano de pollo, zanahorias y mango -nos advirtieron que picaba pero no se lo notamos mucho-, salmonete soplete con ajoblanco de anacardos, cơm tấm de pluma ibérica con arroz salvaje, un plato originario del sur de Vietnam, y raviolis de rabo de toro con una salsa de setas. De postre, tarta de queso y creme brulée, los dos deliciosos. En mis visitas anteriores he probado diferentes platos como el ceviche de corvina o el hummus de remolacha y de cuquillo, también muy recomendables.
C/ Marqués de Ordoño, 9. Reservas por Facebook o pasando por el restaurante. Mapa de situación.
[…] La Niña Guindilla C/ Marqués de Ordoño, 9. Reservas por Facebook o pasando por el restaurante. Mapa de situación. Cocina internacional. (Precio medio 25€) […]