Conocí la Cantina de la Estación nada más inaugurarse a finales de 2011, pinchando aqui os lleva al post que escribí. He vuelto en muchas ocasiones, pero me daba pena actualizar los post publicados cuando empecé el blog. Casi siete años después y tras mi última visita, he pensado que se merece nuevo post.
Este restaurante es, en cuanto a la decoración, el establecimiento más informal del Grupo La Máquina. Recuerda más a una buena sidrería asturiana que a un restaurante elegante, como son los demás que conozco de este grupo: La Máquina tradicional, la Máquina de Chamberí, La Máquina de Jorge Juan, Lux Madrid… La Cantina tiene grandes ventanales, suelo de parqué, fotos de Asturias y paredes a modo de carta.
La cocina es asturiana tradicional, variada y rica, y cada día de la semana ofrecen un plato de cuchara. Desde que publiqué el primer post he ido en muchas ocasiones a la hora del almuerzo y, si no me las ponen de aperitvo, siempre suelo pedir croquetas, que me encantan. Mis otros platos favoritos de esta casa son los mejillones al vapor y los bocartes fritos. Como entrantes he probado también el jamón, la empanada, la ensaladilla rusa y el choricito a la sidra. De plato de cuchara me encantan las verdinas, que sirven los lunes para empezar con ánimo la semana. También están muy ricas las albóndigas. De segundo siempre suelo pedir el solomillo al cabrales, pero hay otros muchos platos de carne y pescado muy buenos.
En mi última visita, fui a almorzar con mis sobrinas el día del cumpleaños de Mara, pedimos todo para compartir. Ellos nos pusieron las croquetas de jamón de aperitivo y nosotros pedimos las de boletus, super cremosas, nos encantaron. También tomamos flores de alcachofa, en esta ocasión las encontré un poco sosas; tortilla española con tomates, y mollejas de ternera, todo nos encantó. Mis sobrinas me han arrancado la promesa de volver con ellas pronto a probar más cosas.
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