La Manduca de Azagra fue uno de los restaurantes que inauguró mi blog, de hecho fue el primer restaurante que recomendé para organizar almuerzos de trabajo. Desde entonces he ido en diferentes ocasiones y siempre he comido muy bien. Después de siete años, creo que este restaurante merece nuevo post.
La Manduca tuvo una gran acogida en Madrid nada más abrir sus puertas. En muy poco tiempo el boca a boca la situó como uno de los mejores restaurantes de Madrid. La decoración es bastante original, distinta de la mayoría de los restaurantes que se han inaugurado en los últimos años, muy parecidos unos a otros. Cuenta con dos comedores muy diferentes: el principal, con una arquitectura que transmite movimiento y que me encanta, en mis primeras visitas, y así lo cuento en el primer post, me daba sensación de frío. Me gustan mucho los suelos y las paredes de ladrillo claro, sin nada, la forma redondeada de las columnas, la amplitud del espacio, la distancia entre las mesas… El otro comedor es más simple.
En mi última visita fui con una amiga que trabaja cerca y conoce al dueño y me pareció encantador.
La Manduca de Azagra es un restaurante de cocina navarra basada en materias primas de primera calidad. Tanto la carne como el pescado que he tomado me han parecido siempre muy buenos, pero creo que lo que hay que destacar son sus verduras. Es casi obligatorio pedir las alcachofas, las preparan cocidas o a la plancha, y a mi me encanta como preparan la borraja y el cardo. También está muy buena la terrina de foie con manzana y salmón caramelizado. En mi última visita nos pusieron de aperitivo una tortilla de chistorra que me encantó. De primero tomamos, para compartir, un plato de alcachofas fritos y otro de puerros y, de segundo, mi amiga tomó lubina y yo carrilleras, tan ricas que merecen la pena que amplíe el post sobre jarretes y carrilleras para incluirlas. De postre una torrija caramelizada con helado espectacular.
C/ Sagasta, 14. Teléfono 91 591 01 12. Mapa del sitio