Hay gente a la que no le gustan los almuerzos de trabajo; sin embargo, yo los encuentro muy útiles. Aunque el trabajo sea el tema central de la conversación, siempre se tocan otros asuntos que permiten conocer mejor a compañeros, clientes o colaboradores. El restaurante Sal Negra fue el elegido para mi primer almuerzo de trabajo después de vacaciones.
Los propietarios, Paco Pereira y José Cruz, son dos personas conocidas del panorama gastronómico madrileño -Pereira fue jefe de cocina de Combarro durante muchos año y Cruz jefe de sala en El Almirez-. Fui con las expectativas muy altas y aún así las superaron.
José Cruz (me avisó del reflejo de los focos en las fotos, pero no me dio tiempo a repetirla)
El restaurante ocupa una casa de dos platas y cuenta con una sala bastante grande, barra para tapear o tomar un cóctel y terraza climatizada. La sala está decorada en tonos oscuros, pero tiene mucha luz tanto natural como artificial. En el centro hay una barra, donde se preparan los platos fríos, y alrededor se disponen las mesas, que están bastante separadas unas de otras. La terraza está dividida en dos zonas, una descubierta y la otra con techo abatible que puede estar cerrado o abierto.
La cocina es sencilla y muy buena. En la carta abundan los pescados, aunque también preparan buenas recetas de carne. Casi todos los platos se pueden pedir por medias raciones. Nosotros pedimos, como entrante para compartir, ortiguillas con pimientos de padrón, que estaban espectaculares. De segundo, un pescado fuera de carta- no recuerdo cuál fue- que a mi compañero de almuerzo le encantó. Yo tenía dudas entre dos platos y, muy amables, me pusieron un poco de cada uno para que los probara: sesos de cordero fritos con mahonesa al mojo, y carrillera. Las dos cosas deliciosas. Me encantó la carta de postres y habría pedido todos, pero estaba muy llena. Tengo que volver pronto para probarlos.
El servico es muy bueno
C/ Mateo Inurria, 33 Teléfono 91 345 09 45 Mapa de situación
