Actualizado el 8 de julio de 2020
Ayer cené en The Warehouse, y fue mi tercera visita desde que lo conocí. Mis impresiones siguen siendo las mismas desde la primera vez que fui a cenar y, además, como iba con bastante gente no pasé de la terraza. Hago nuevas apreciaciones en lo referente a la comida.
Hacía tiempo que tenía ganas de conocer The Warehouse, el restaurante madrileño de Hacienda Zorita. Este restaurante, que en sus primeros años de vida fue un pop up, ocupa La Quinta del marqués de la Concordia, un palacete del barrio de Salamanca. Hace unas semanas organicé una cena para ver a un grupo de amigas que hacía tiempo que no veía y elegimos la terraza de The Warehouse. Resultó una cena muy divertida porque este palacete también fue durante años una clínica para adelgazar; una de mis amigas había estado allí una temporada siguiendo una dieta y nos contó muchas anécdotas.
The Warewhouse es el primer restaurante que ha abierto en Madrid Haciendas Company que cuenta, además, con invernadero, jardín y viñedo urbano. Las salas del restaurante se distribuyen en las diferentes plantas de la casa y en la baja han abierto un Rhum Bar. Nosotros cenamos en el jardín que me encanta. En mi segunda visita almorzamos en el comedor que hay junto a la terraza y también resulta muy agradable. A pesar de que hacía mal tiempo el restaurante tenía mucha luz. Me encanta la terraza pequeña donde se puede tomar una copa.
La cocina, en manos del chef Juan Martínez-Alonso, es ecológica. Está basada en productos orgánicos y sigue el concepto “farm to table”. Sirven los productos de su propia finca, la Hacienda Zorita, en la que también elaboran ibéricos puros de bellota, vinagre balsámico y quesos de leche cruda de oveja, entre otros. El pan y el vino también son de la propia Hacienda. Yo tomé verduras y me parecieron muy ricas. Mis amigas tomaron vieiras caramelizadas, ensalada de tomate Peromingo y tataki de trucha asalmonada.
En mi segunda visita tomamos, como entrantes para compartir, torreznos de cochinillo, muy diferentes a los que había probado hasta ahora; verduras a la plancha y tortilla de patatas. De segundo compartimos dos pizzas: Rustica y Jamaica. Desde la pasada primavera, los domingos sirven también su lazy brunch basado en los mismos productos ecológicos.
Anoche pedimos huevos rotos con patatas crujientes y una pequeña base de pisto, que lo presentan muy bien; croquetas que estaban muy sabrosas; tomate con bonito, como entrantes. Después pedimos cachopo y chipirones. De postre una riquísima tarta de queso.
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