Me encanta regalar y me encanta celebrar, y nada me gusta más que descubrir lugares o regalos nuevos y diferentes. Esta semana, haciendo pesquisas para ver dónde celebro mi cumpleaños y buscando algunos regalos que tengo que hacer, he descubierto las Ediciones Limitadas de Cruzcampo. ¡Menuda sorpresa para mi sobrino que colecciona botellas de cerveza!. De paso me he hecho con una caja para casa, que no hay nada como una buena cerveza para disfrutar los días calurosos.

A través de esta edición limitada con las etiquetas más representativas, Cruzcampo hace un recorrido por la historia de esta marca fundada en 1904. Seis etiquetas: la de 1910, 1930, 1940, 1950, 1990 y 2010, resumen los 113 años de vida de esta cerveza.

Recuerdo que empecé a tomar cerveza en las tardes de verano con mis amigos de Mula. Al principio no me gustaba demasiado, pero nuestro plan era sentarnos en la terraza de algún bar y pedir unas cervezas y unos platos de cascaruja (frutos secos). A partir de entonces, la cerveza siempre ha sido mi bebida favorita, en realidad, a excepción de algunos vinos que me gusta tomar cenando, la cerveza es lo único que tomo.

Desde que tengo mi caja de cervezas he empezado a hacer un juego, que te propongo hacer a ti: asociar cada botella, según la etiqueta, a uno de los momentos en que me gusta tomar cerveza. Yo, en cuanto vi la etiqueta de 1990 pensé en tomarla con el aperitivo a la orilla del Mediterráneo; sin embargo, a orillas del Cantábrico, pediría una botella etiquetada en 1910. La de 1930, con la imagen del Gambrinus más grande, me gusta para el aperitivo mientras cocino, me encanta estar entre fogones con una cerveza helada y buena música. La de 2010 me atrae para tomarla cuando salgo de cañas por los bares de Madrid; la de 1950 para tomarla como copa de después de cenar y, la de 1940, para una comida de verano en la terraza de casa o en la casa de algunos amigos.

¿Nos cuentas cuál elegirías para tomarla a la orilla de tu mar favorito?