Hace un mes me invitaron a la inauguración de Dos Cielos, el restaurante mas chic de 2017. No puede ir y lo sentí, porque me habría encantado conocer a los hermanos Torres. Poseedores de una estrella Michelín en Barcelona, han abierto su primer restaurante en Madrid en el hotel Meliá Palacio de los Duques. Recién inaugurado, ya es difícil encontrar mesa los fines de semana.
El edificio del Gran Meliá Palacio de los Duques está formada por un antiguo convento dominico del siglo XIII y por el Palacio de los Duques de Ega y Villahermosa, característico ejemplo de la arquitectura de estilo isabelino. El restaurante Dos Cielos Madrid se ha abierto en las antiguas caballerizas del Palacio y dispone de un inmenso patio que en verano será uno de los lugares más demandados de la capital. El restaurante se divide en tres ambientes: la sala, un salón privado exclusivo para 20 personas situado en la planta de arriba, y el patio. En verano el hotel contará además con una terraza en la azotea.
La cocina está dirigida por los hermanos Torres y al frente del restaurante se encuentra el chef que estaba en su restaurante de Barcelona hasta la apertura en Madrid. La carta se compone de algunos de los platos más emblemáticos de los cocineros catalanes junto a otros inspirados en el barrio de los Austrias de Madrid. Estos últimos son platos históricos castellanos recuperados con un toque creativo.
Fui a conocerlo aprovechando la visita de una de mis amigas a Madrid, porque cuando vienen a verme me encanta enseñarles sitios diferentes. A la hora de cenar nos dejamos asesorar y nos prepararon un menú degustación espectacular. De primero tomamos “abrazo de invierno”, un caldo de cocido con mini verduras de los mas ricos que he probado. Continuamos con un platito de camarones en aceite de ajo crudo y lima (la lima la sirven impregnado una servilleta que al tocarla el sabor pasa a los dedos y de ahí a los camarones); después nos sirvieron carpaccio de rutabaga (colinabo) con huevo a baja temperatura, trufa y mayonesa de tamarindo; después probamos las lágrimas verdes del Maresme (guisantes con denominación de origen) con salsa de jamón, delciososos. Continuamos con ravioli de puré de castañas y foie regados con salsa de cocido y foie; de ahí pasamos a un San Pedro con ñoquis de chiribía y salsa menier, el plato que menos me sorpendió y después un riquísimo mollete de rabo de toro desmigado con reducción de vino tinto, pico de gallo, mole y rúcula fresca. De postre tomamos bizcocho de aceite, sorbete de manzana y helado y chocolate con avellana y cardamomo. Hacía tiempo que no cenaba tanto y sin hacer caso de mis intolerancias y me sentó genial. Nos encantó la cena.
Servicio excelente
C/ Cuesta de Santo Domingo, 5 Teléfono 91 541 67 00 Mapa de situación
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