Una de las buena noticias de esta primavera ha sido que los propietarios de la Taberna Arzábal han abierto restaurante en el Museo Reina Sofía. A mi siempre me han gustado sus restaurantes, desde el primero, inaugurado en 2009 en la calle Doctor Castelo, hasta su A de Arzábal. Si a esto le unimos que la terraza de “El Reina”, como los madrileños llamamos al museo, es un oasis en pleno centro de la capital, el éxito está servido.
Fui a conocer Arzábal Museo Reina Sofía hace unas semanas, cuando salió el primer rayo de sol potente de este año, porque me apetecía comer en la terraza. Es cierto que comer rodeado de plantas en un marco tan bonito es un plus pero tengo que decir que el restaurante también atrae la atención nada más llegar. Un espacio de 1.500 metros cuadrados, incluidos 500 de terraza, con techos altos abovedados, grandes ventanales y decoración elegante, hacen este lugar lo suficientemente atractivo como para ir en los días en que no se pueda usar la terraza.
Los fines de semana me encanta ir a ver una buena exposición o dar una vuelta por un museo y después comer. Aquí podemos hacer las dos cosas. La persona que gestiona las reservas y el servicio son muy amables. He recomendado este restaurante a muchos amigos y todos me han hecho comentarios positivos.
La cocina es la misma a la que nos tienen acostumbrados en la Taberna Arzábal. Son famosas sus croquetas cremosas y muy, muy ricas, los huevos con trufa y la ensaladilla y a mi me encanta su típico cubo enorme lleno de mantequilla. De postre su torrija es una de las más recomendables de Madrid. Fui a almorzar con una amiga y, como estamos en operación bikini, tomamos verduras a la plancha para compartir y de segundo risotto de setas y raya a la mantequilla. Todo rico.
C/ Argumosa, 43 Teléfono 91 528 68 28 Mapa de situación.