Fui a cenar a Al Trapo con un grupo de 11 amigos después de ver la exposición Realistas en Madrid. Está situado en la planta baja del Hotel de Las Letras Gran Vía, un lugar que siempre me ha llamado la atención por sus grandes ventanales.
El restaurante ocupa un espacio muy amplio, dividido en dos alturas, decorado de forma muy sencilla. Destacaría su luminosidad debido a la cantidad de luz natural que entra por sus ventanales durante el día. De noche casi causa la misma impresión porque el espacio es diáfano, solo resaltan unas cuantas columnas pintadas de blanco. El suelo es de madera clara y el mobiliario blanco. El tono de color lo ponen las cortinas y un mural sobre una de las paredes, las dos cosas en rojo. Las mesas, sin mantel, dan un aspecto informal al restaurante.
El servicio es amable
La cocina, que cuenta con el asesoramiento de Paco Maroles, una estrella Michelín, es variada y original. Este chef ha diseñado una carta muy atractiva, estructurada de manera diferente a lo habitual, que alterna platos sencillos con otros de alta cocina. Tomamos de entrantes para compartir aireados de tortilla española, cornetes de brandada de bacalao, tomates en rama con anchoa, rollos vietnamitas fritos y mazmorra de almendras y ensaladas de la huerta. De segundo cornetillas fritas, tartar de solomillo, boquerones fritos, pez espada, carabinero asado, castañuelas de cerdo ibérico, presa ibérica y solomillo de ternera. De postre, también para compartir, mousse de te verde, untuoso de limón, chocolate diferente, vinos, cervezas y cafés. No todos los platos tuvieron el mismo éxito, es difícil poner de acuerdo a 11 perosas de gustos diferentes, aunque la mayoría nos gustaron mucho.
C/ Caballero de Gracia, 11 Teléfono 91 524 23 05 Mapa de situación
