HA CERRADO Ayer, mi hijo y yo decidimos salir a cenar. Elegimos Nu Restaurante, otra de las novedades de este sector que no para y que, sin duda, será una de las referencias de este otoño.
Nada más entrar me sorprendió el cambio que ha experimentado el local. Hasta primavera lo ocupaba Gambrinus y, como trabajo cerca, había ido a comer de vez en cuando. Nu Restaurante cuenta con dos plantas: la baja, por la que se accede al restaurante, dispone de una barra central que parece dividir el local en diferentes espacios. Mesas altas de madera clara, taburetes confortables, alguna mesa de color fuerte que hace un estupendo contraste y espacios amplios y claros que, pese a ser de noche, dan sensación de luninosidad. En la planta alta, todavía sin abrir al público, hay una barra iluminada de tal manera que va cambiando de color. El espacio se completa con algunas mesas y un rincón con sofás donde tomar una copas. También disponen de pantallas de televisión para los días de fútbol.
La idea de los dueños es ofrecer calidad y variedad a buen precio para captar al público joven y a la gente que trabaja por la zona. El servicio es discreto y profesional, a pesar de ser bastante jóvenes.
La cocina, de fusión, incluye platos mediterráneos y asiáticos. La carta se divide en cuatro partes: entrantes para compartir, pastas y arroces, pescados y carnes. Nos apetecía probar cuantas más cosas mejor, porque los platos resultan muy atractivos. Tomamos todo para compartir, medias raciones, y nuestra cena estuvo compuesta de los siguientes platos: como aperitivo nos ofrecieron un salmorejo riquísimo que sirven con langostinos en tempura. A continuación tomamos milhojas de tomate y mozzarella con virutas de jamón, gyozas rellenas con verduras y carne, con un sabor diferente a las que he tomado en otros restaurantes, tartar de aguacate, fuerte y rico, con cebolla morada y cilantro (parecido al guacamole) servido con nachos y acompañado con crema agria, jalapeños y reducción de vinagre. También probamos el crujiente de pato, servido en rollitos con frutos secos, con trocitos de mango y pimienta rosa y, para terminar, tataki de atún. De postre probamos la tarta de manzana y el helado de violeta, que sabe como los caramelos de violeta típicos de Madrid.
Los domingos preparan diferentes tipos de paella, y parece ser que quienes las han probado las consideran de las mejores de Madrid. El secreto parece estar en que le cocinero es de San Juan y es hijo de uno de los mejores cocineros de la zona. En cuanto pueda iré a comer y os lo contaré.
C/ Doctor Fleming, 31 Teléfono 91513 44 59 Mapa de situación
Lo he probado y es una maravilla, tanto la comida como el ambiente, el trato genial y lo mejor para todo el mundo es el precio.
Muchas gracias por contárnoslo José Luis, me alegro de que te gustara
Hoy he comido aquí con una amiga y nos ha encantado!!!! Hemos tomado menú del día y estaba todo delicioso. El servicio es encantador 🙂
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que os haya gustado y lo hayáis pasado bien.