En una de mis vidas profesionales el  COAM (Colegio de Arquitectos de Madrid) fue cliente de nuestra empresa, así que en cuanto he visto que habían inaugurado un restaurante dentro de su edificio me ha hecho ilusión conocerlo.  Al final,  el pasado nos atrapa con frecuencia.

Hoy mi hijo votaba por primera vez y a mí, aunque él me ha tomado mucho el pelo, me ha hecho una ilusión enorme. Para celebrarlo hemos ido a comer a este nuevo restaurante: Bosco de Lobos. Inaugurado apenas hace tres semanas, es del Grupo En Compañía de Lobos, lo que significa éxito asegurado después de ver la trayectoria de su hermano  Ana La Santa y sus primos el Bar Tomate y  Luzi Bombón.

Decoración

La ubicación de este restaurante es, desde mi punto de vista, muy atractiva. Su estructura sigue la del singular edificio que lo acoge.  Se accede por el jardín del Colegio y te lo encuentras  en un lateral. Lo primero que se ve es una gran galería lateral que recorre el bajo del edificio, desde la que se ven las mesas, y transmite una sensación de alegría y luminosidad estupendas.

Hemos accedido al restaurante desde la galería. Está  decorada con mesas en tonos marrones y sillas metálicas con respaldo de cuero. Una de las paredes es la cristalera y la otra está llena de baldas de madera clara donde se encuentra la vajilla.

De ahí hemos entrado a la zona de barra, en la que también se encuentra la cocina, prácticamente a la vista, y el horno para elaborar las pizzas. También dispone de varias mesas. Las paredes son cristaleras y en el centro se encuentra la puerta de salida a la terraza. Los techos son altísimos y al fondo se encuentra una escalera que asciende a una parte superior abierta sobre esta zona. Actualmente está cerrada, pero cuentan con ampliar el restaurante a esa planta.

La luminosidad es espectacular, aunque en la zona en la que nos han adjudicado la mesa es imposible comer en verano, salvo que te guste sentirte como planta en invernadero (nos han cambiado en el postre).  La terraza me ha gustado mucho y quiero ir a cenar, porque iluminada por la noche debe resultar muy agradable.

El servicio está en rodaje, así que hay que darle tiempo, pero me da la impresión de que para el tamaño del restaurante y la cantidad de gente que ya hay es escaso. De todas maneras a nosotros nos ha atendido Marcela, y lo ha hecho francamente bien.