Actualizado el 24 de mayo de 2018

En bodas II: complementos para bodas vamos a completar el atuendo femenino para bodas que iniciamos en el post sobre vestidos y tocados. Los complementos son muy importantes, incluso en ocasiones les podemos dar a estos todo el protagonismo.

Complementos vintage para bodas de López-Linares. 

Vamos a empezar por los ZAPATOS

Debemos elegir los zapatos una vez que contemos con el vestido. Sean cuales sean los recomendados teniendo en cuenta la hora en que se celebre la boda, una regla que hay que respetar es que siempre hay que llevar medias, ya sea invierno o verano. Sí: a 40 grados a la sombra, también. De todas maneras, el 99 por ciento de los vestidos sientan mucho mejor con medias, y con las que existen  ahora -que recogen, estilizan, adelgazan y miles de cosas más-, renunciar a ellas me parece un auténtico disparate. Llevar medias marca cierto protocolo a la hora de elegir los zapatos, es decir, si no queremos llevarlos cerrados del todo, que es lo más indicado, al elegirlos hay que tener en cuenta que cuantos menos dedos enseñemos, mejor. Dicho esto, como si eres de las que te fascinan las sandalias, ahora las hay muy elegantes para cualquier tipo de celebración. Póntelas con unas medias de verano, muy finas, de las que dejan los dedos descubiertos.

En las bodas de mañana los tacones deben ser de altura mediana. No quiere decir que no podamos usar otro tipo de tacón un poco más alto o zapatos planos si nos favorece más, solo destacar que lo más adecuado es el medio tacón.

La tienda de Almudena

En las bodas de tarde se admiten diferentes alturas de tacón y se puede aprovechar para ponernos taconazos.

Zapatos de Manolo Blanik

BOLSOS

Se deben usar bolsos pequeños, carteras o bolsos joya. Con respecto al color, el criterio ha cambiado siguiendo la moda. De manera tradicional, el bolso y los zapatos debían ser del mismo color y entonar con el vestido. Desde hace unos años, sin embargo, se ha puesto de moda que zapatos y bolso sean de distinto color e, incluso, usar un tono muy diferente al del vestido para romper el atuendo. Esto sí es un tema de gustos: hay mucha gente a la que le encanta romper con los zapatos; yo, por ejemplo, prefiero hacerlo con el bolso. En verano hay unas carteras de tela, rafia… que parecen demasiado sencillas, pero que como complemento a un buen vestido, me parece que quedan muy elegantes.

JOYAS Y COMPLEMENTOS

Las bodas de día permiten jugar más con los complementos. Se puede usar bisutería de diseño y tamaño más grande. Puede utilizarse como el foco de atención del estilismo, siempre que no llevemos tocado ni sombrero, porque entonces ya serán demasiados protagonistas para un solo  “look”.

Joyas de Isabel Alcón

En las bodas de noche es mejor lucir piezas de joyería discretas. Yo este verano tengo una boda en Marbella y, aunque es por la tarde, me he comprado unos pendientes enormes a los que voy a darles todo el protagonismo, creo que siendo agosto y estando al lado del mar podemos darnos ciertas licencias.

En cuanto al reloj, salvo que tengamos uno joya o que encaje bien con cómo vamos vestidas, mejor no ponérnoslo. En realidad ahora ya no importa no hacerlo, puesto que es muy raro que no llevemos el teléfono móvil en el bolso.

CHALES Y  PRENDAS DE ABRIGO 

Las prendas de abrigo en sentido estricto se utilizan en invierno, y pueden ser desde un bonito abrigo de terciopelo o piel a un chal o mantón de manila. También podemos llevar un conjunto de vestido y abrigo, eligiendo la tela en función de la estación del año. Cuando es verano y la boda es en la iglesia, si el vestido deja los hombros al descubierto es preciso ponernos un chal para cubrirnos. En muchos casos encontramos a personas con tirantes, hombros al aire, etc… ahora nadie nos llama la atención ni nos hacen salir de la iglesia, pero yo creo que es mejor seguir las normas básicas de respeto. Yo tengo un chal de seda, crudo, que favorece mucho y que después de las ceremonias lo puedo meter en el bolso. 

Mantón de Manila (Matisse, 1911)

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