HA CERRADO. Hay ocasiones que tienen que celebrarse de una manera muy especial. Una de ellas es el 18 cumpleaños. Mi hijo los ha cumplido esta semana y quería llevarlo a cenar a un restaurante que le dejara un buen recuerdo. Como es un chico que aprecia las buenas mesas, sin duda había que ir a uno estupendo. Le di muchas vueltas y pensé que lo mejor era un sitio con historia y buena cocina y  la elección fue Zalacaín.

Zalacain, que celebra este año su 40 aniversario,  es uno de los pocos restaurantes que posee cinco tenedores, además de una estrella Michelín. Es un referente de la alta cocina en España. Como dice la Guía Michelín, es “una de las casas más prestigiosas y elegantes de España… fiel a sí misma mantiene firme, y a gran nivel, el estandarte de la cocina clásica”

Mi sobrina y yo preparamos nuestra salida a cenar con mi hijo con mucha ilusión: qué cenar, cómo vestirnos… Teníamos  que estar a la altura de un chico de 18 años con traje , como requieren este tipo de restaurantes. Yo estrené un vestido de seda, que compré en mi último viaje a Bruselas, y mi sobrina una camisa preciosa que combinó con una falda negra. Una vez resuelto el look, nos metimos en internet a ver  la carta de Zalacaín.

Un aliciente añadido para  los chicos era conocer a Custodio, el sumiller con más prestigio de Madrid, y probar algún vino. El único inconveniente es que yo sólo puedo tomar vino blanco, y no es lógico que ellos pidieran además una botella de tinto… ¿no? así que encontramos una solución estupenda, pedir el menú 40 años de Zalacaín que incluía los vinos adecuados a cada plato.

Al ofrecernos la carta le dije al jefe de sala, José Luis Jiménez, que era la primera vez que iban los chicos y fue encantador con ellos. También les presenté a Custodio, que incluso se hizo unas fotos con ellos y les contó que se jubila este mes de diciembre. Mil gracias a los dos desde aquí porque hicieron que fuera un cumpleaños muy especial.

Fotografía de la web del restaurante con los miembros del equipo

La carta de Zalacain está basada en materias primas de primera calidad. Incluye platos que son clásicos de este restaurante, junto a otros nuevos que se van incorporando. Como he explicado antes, pedimos el menú 40 años. Yo pensé pedir un par de platos, pero al final decidí tomar lo mismo que los chicos y consistió en: croquetas riquísimas y mini finger de pollo de aperitivo, a continuación nos sirvieron capelo verde de hongos con salsa périgourdine, el favorito de mi sobrina, después tierra de morcilla con verdura, yema de huevo trufado y  crema de parmesano, que me encantó porque tengo una debilidad especial por los platos con morcillas :), lubina a los dos vinos con crujiente de puerro frito y, por último, muslo de pato guisado al oporto, el que más le gustó a mi hijo. Estaba todo espectacular. De postre tarta capuchina franciscana y una teja riquísima.

En cuanto a los vinos el menú iba acompañado de Chivite finca Viñatuerta Chardonnay 2011, Arinzano La Casona 2008 vino de pago y Moscatel Gran Feudo. Yo solo probé el blanco, pero a los chicos les encantaron los tres.

Precio medio: 150 € Menú aniversario 90€

Cierra los domingos

– Lo mejor: La cocina y el servicio

– Lo peor: No tengo nada que decir

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