HA CERRADO Estaba con mucha gana de que lo abrieran porque me encanta el queso, así que en cuanto me enteré de que lo habían hecho me fui a conocer Cheese Bar Poncelet cuando no llevaba abierto ni dos horas, y ni siquiera los camareros sabían todavía muy bien qué ofrecer. Eso fue este verano, y desde entonces, como lo tengo cerca,  he ido en numerosas ocasiones: voy con amigos, por temas de trabajo, a mediodía y por la noche a comer o  a tomar unos quesos en las mesas de la barra, y siempre nos encanta y está lleno, imposible encontrar mesa si no reservas.

Este restaurante lo han abierto  Jesús Pombo, el dueño de Poncelet, la mejor tienda de quesos de Madrid y Abel Valverde, manager del restaurante Santceloni de Santi Santamaría, lo que es garantía de éxito.

Cuando se iba a inaugurar, leí un artículo de un conocido crítico gastronómico que decía que la barra del Cheese Bar es única en Europa, y no me extraña. El local está dividido en varios ambientes: a la entrada está la  barra con mesas altas donde se puede comer o picar algo, a continuación una  zona de comedor con unas cuantas mesas y al fondo el comedor principal con una decoración muy original. Al final de la sala  principal hay un jardín colgante en la pared, tipo Caixaforum. También cuentan con  una barra acristalada, supongo que es una cámara especial en cuanto a temperatura, llena de quesos, que me podría quedar mirando durante un buen rato cada vez que voy. En la planta superior hay una pequeña biblioteca donde se pueden leer libros sobre quesos en diferentes idiomas.

La base de la carta es el queso: cuenta con más de 100 variedades entre nacionales y extranjeros. Se pueden elegir de manera individual, o también alguna de las diferentes tablas de cinco o seis variedades que tienen preparadas, además, cada día añaden una tabla sorpresa. En la carta, los quesos están agrupados por países con una ficha de cada uno en la que se explica su origen, características, sabor y proceso de elaboración, y se presentan en las tablas clasificados según su intensidad, de 1 a 5.

El resto de los platos de la carta, que es bastante corta, cuentan entre sus ingredientes con un queso, aunque por supuesto, han previsto la posibilidad de que el cliente pueda pedir el mismo plato sin este ingrediente.

Normalmente, cuando voy, suelo pedir una tabla de quesos y una ensalada seguida de un postre, pero como me encanta probar cosas diferentes también he tomado el risotto de setas, que hacen muy bien, la tortilla de patatas o las sopas frías; como ya he dicho, todos estos platos incluyen algún tipo de queso.

No cierra

Precio medio: 35 euros, aunque cuando he ido con amigas ha sido más baratito

Lo mejor: Es diferente, bonito y  todo está muy rico

Lo peor: Si no te gusta el queso, la carta es muy corta

C/José Abascal, 61 Teléfono 91 399 25 50 Mapa del sitio